Uno de los secretos mejor guardados del restaurante Mil hojas es el jardín y la imponente cristalera que lo presenta. Un marco único que hace de cada momento un instante inolvidable. El ambiente tranquilo, la cuidada decoración, junto con la armonía y belleza de los detalles, se convierten en el complemento perfecto para todos los platos.
Tanto de noche como de día, el Mil hojas juega con los materiales y la luz. De día, el sol ilumina el jardín y se cuela hacia el interior por su gran cristalera. De noche, las luces del jardín se encienden y dentro reina una atmósfera íntima y cálida. Te invitamos a descubrir todos los rincones de este pequeño oasis en medio de la ciudad de Barcelona.